Título: Puro
Título original: Pure
Colección: Covenant (2 de 5)
Autora: Jennifer L. Armentrout
Fecha de publicación USA: 3 de Abril de 2012
Fecha de publicación España: 27 de Noviembre de 2012
Editorial: Kiwi
ISBN: 978-84-939403-9-3
Páginas: 414
Formato: Rústica con solapas
PVP: 17.90€
Sinopsis:
Está la necesidad.
Y luego está el Destino.
Estar destinada a convertirse en un enchufe sobrenatural no es precisamente algo genial, especialmente cuando la «otra mitad» de Alexandria la sigue allá donde va. Y que, además, Seth aparezca en su sala de entrenamiento, al salir de las clases y también en la puerta —o ventana— de su dormitorio, definitivamente no es nada genial.
Aunque su conexión tiene algunos beneficios, como alejar las pesadillas que envuelven lo ocurrido con su madre, no tiene efecto alguno sobre los sentimientos prohibidos que tiene Álex por el puro Aiden. Ni sobre qué va a hacer —y sacrificar— él por ella.
Cuando los daimons se infiltran en los Covenants y atacan a los estudiantes, los dioses envían a las furias, diosas menores con la función de erradicar cualquier amenaza para los Covenants y el resto de los dioses, incluyendo al Apollyon y a Álex. Y si eso y las hordas de monstruos chupadores de éter no fueran suficiente, una amenaza misteriosa parece dispuesta a hacer cualquier cosa por neutralizar a Seth, incluso si eso supone forzar a Álex a la servidumbre o matarla.
Reseña:
Si habéis llegado hasta aquí, quiere decir que Mestiza os ha gustado lo suficiente como para darle una oportunidad a la secuela. Y ahora llego yo y os destrozo todas vuestras ilusiones porque Puro es más de lo mismo... pero peor.
No me voy a molestar en daros un resumen de la trama, para eso ya está la sinopsis, sino que voy a ir directa al grano.
No consigo encontrarle el encanto a Alex. Cada día es más estúpida, cada día es más inmadura. Es como si diera un paso adelante y cinco hacia atrás. Y os explico por qué:
Alex no sabe lo que quiere, ni siquiera consigue imaginárselo. Bueno, esto no tiene nada de malo, muy pocos saben lo que quieren a los 17 años. Pero Alex es de los que dicen “bueno, voy a ir probando un poco de cada cosa, hasta que decida lo que quiero”. No pasaría nada con esto si estuviéramos hablando de comida. Pero la cosa se pone un poco fea cuando hablamos de personas. Veréis, Alex ama a Aiden. Pero se pasa TODO el libro revolcándose con Seth, literal y figuradamente. Pero que no se os olvide que ella ama a Aiden, que eso quede claro. Pero Seth está disponible y dispuesto y no está prohibido liarse con él, así que ¿qué demonios?
¿Veis a dónde quiero llegar con esto?
Pasemos a otra cosa. Resulta que llaman a Alex para que vaya al Covenant de Nueva York y declare ante el Consejo sobre lo que pasó con su madre al final de Mestiza (esto ya se menciona en ese libro). A pesar de que desde el primer momento queda claro que es persona non grata y que su vida corre peligro, ¿sabéis cuál es su mayor pena? Que le han dado una habitación del tamaño de «una caja de cerillas». Sí, las prioridades de esta chica me alucinan. ¿Sabéis cuál es su otra pena? Que, al parecer, los puros tienen montones de dinero pero no se molestan en poner ascensores en los Covenants y hay montones de escaleras para ir a todas partes (de esto ya se quejaba en Mestiza). ¿Se puede ser más vaga? Ha estado entrenándose durante la mitad de su vida para cazar daimons, ¿no debería ser más atlética y, por tanto, no importarle esto? Quejarse de estas dos cosas es todo lo que hace en todo el libro.
También depende constantemente de que haya alguien cerca para sacarle las castañas del fuego. Como un bebé... o un perrito. Si no hubiera alguien vigilándola constantemente, habría muerto en el primer párrafo. Es de risa.
Tampoco entiendo algunas de las decisiones que ha tomado Armentrout en esta novela. Como la cosa con Caleb. ¿Sirve para algo? ¿Era necesario? No causa ningún impacto en Alex. Se le olvida enseguida, o un capítulo después ya tiene la atención puesta en otra cosa. Pasa totalmente desapercibido.
También me he dado cuenta de que Armentrout tiende a repetir patrones. Hacia la mitad de la novela, Alex y Seth tienen una discusión sobre la conexión que comparten que es exactamente igual que todas las discusiones que tienen Daemon y Katy en Onyx. ¿Merece la pena leer algo de esta mujer si siempre repite los mismos patrones en todas sus sagas?
Y ahora, ¿sabéis qué es lo que más odio de los triángulos amorosos? Que siempre, siempre, me hago del team del que no se queda con la chica. Jacob, Gale, Simon, Julian, Adrian... la lista es interminable. Y, por supuesto, ahora Seth. Porque si hay algo por lo que merece la pena leer la novela, es Seth. Aiden no está especialmente brillante en este libro y no me va su rollo de chico serio y responsable pero «te tendría si fuera egoísta». Así que Seth, ven a mis brazos.
En fin, que Puro no hace mucho por esta saga. Es bastante “meh” y “blah” y cualquier otra expresión que se os ocurra para decir que no es muy bueno ni os ha provocado ninguna emoción. Y tampoco es que la historia haya avanzado mucho, así que lo catalogo como «pérdida de tiempo».
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