Título: Apollyon
Título original: Apollyon
Colección: Covenant (4 de 5)
Autora: Jennifer L. Armentrout
Fecha de publicación USA: 4 de Abril de 2013
Fecha de publicación España: 23 de Febrero de 2015
Editorial: Kiwi
ISBN: 978-84-943214-6-7
Páginas: 448
Formato: Rústica con solapas
PVP: 17.90€
Sinopsis:
No puedes encararte con el destino... y, ahora, tampoco con Álex.
Ella siempre ha temido dos cosas: perderse a sí misma en el Despertar y que le den el Elixir, pero el amor siempre ha sido más fuerte que el destino y Aiden St. Delphi está dispuesto a declararles la guerra a los dioses —y a la propia Álex— para conseguir que vuelva a ser ella.
Los dioses han matado a miles de personas y podrían destruir ciudades enteras en su intento de evitar que Seth consiga el poder de Álex y se convierta en el Asesino de Dioses. Pero romper la conexión entre Álex y Seth no es el único problema; hay algunas lagunas en la teoría de «un Apollyon no puede ser destruido» y la única persona que puede detener la destrucción absoluta está muerta desde hace siglos.
Abrirse paso a través de las barreras que guardan el Inframundo, buscar un alma entre millones y, de alguna manera, volver será bastante duro. Álex puede conseguir evitar que Seth se convierta en Asesino de Dioses... o puede terminar siéndolo ella.
Reseña:
Sí, ya sé que mostré mucha emoción con Deidad. Tal vez me precipité un poco porque Apollyon no es exactamente lo que esperaba. De hecho, es la definición perfecta de "libro de relleno".
Apollyon sólo sirve como gran antesala para el final de la Saga Covenant. Resuelven un par de temas por ahí, un viaje para recabar información por allá, y poco más. Es el nexo entre Deidad y Sentinel, y lo mejor que hace es crear emoción para un libro final que promete ser épico.
Apollyon sólo sirve como gran antesala para el final de la Saga Covenant. Resuelven un par de temas por ahí, un viaje para recabar información por allá, y poco más. Es el nexo entre Deidad y Sentinel, y lo mejor que hace es crear emoción para un libro final que promete ser épico.
Apollyon empieza unas semanas tras el final de Deidad, con Alex conectada con Seth, o, como yo la llamo, Alex Mala. Ya sé que en la reseña de Elixir dije que Alex Mala me parecía divertida pero ahora que volvemos a tener su punto de vista, ya no me lo parece tanto (se refiere a Seth como «mi Seth» y no hace más que lloriquear porque no la dejan estar con él). Pero bueno, esto es durante poco tiempo porque consigue romper la conexión muy pronto.
Con Alex de vuelta a la normalidad, mis problemas con ella no hacen más que crecer. Ese momento en el que cuenta su historia con Lea no le hace ningún favor y no consigo entender cómo se le ha podido ocurrir a Armentrout que incluir esa escena era una buena idea. El bullying, o acoso escolar, es un problema muy serio y muy grave, y saber que Alex fue una de esas personas me demuestra que mi opinión sobre ella sí puede ser aún más baja (algo que no creía que fuera posible). Si antes no me caía bien, ahora directamente la desprecio. Es que no sólo no se siente culpable por cómo trató a Lea y por poner a todo el mundo en su contra, sino que ni siquiera se molesta en disculparse. Peor aún, en los libros anteriores Alex siempre actuó como si Lea fuera la mala de la película, como si fuera una persona horrible por tratar tan mal a Alex así porque sí, cuando en realidad el odio de Lea está más que justificado. En serio, Alex es despreciable.
Con Alex de vuelta a la normalidad, mis problemas con ella no hacen más que crecer. Ese momento en el que cuenta su historia con Lea no le hace ningún favor y no consigo entender cómo se le ha podido ocurrir a Armentrout que incluir esa escena era una buena idea. El bullying, o acoso escolar, es un problema muy serio y muy grave, y saber que Alex fue una de esas personas me demuestra que mi opinión sobre ella sí puede ser aún más baja (algo que no creía que fuera posible). Si antes no me caía bien, ahora directamente la desprecio. Es que no sólo no se siente culpable por cómo trató a Lea y por poner a todo el mundo en su contra, sino que ni siquiera se molesta en disculparse. Peor aún, en los libros anteriores Alex siempre actuó como si Lea fuera la mala de la película, como si fuera una persona horrible por tratar tan mal a Alex así porque sí, cuando en realidad el odio de Lea está más que justificado. En serio, Alex es despreciable.
Armentrout compensa la falta de trama de esta novela con... escenas de sexo. Apollyon brilla por la cantidad de escenas de sexo innecesarias. La guerra se acerca, el mundo está a punto de acabarse, la espada de Damocles pende sobre sus cabezas, pero Aiden y Alex encuentran tiempo para mantener una vida sexual activa. Aunque tal vez esa es la razón: “Vamos a aprovechar mientras podamos”. No estoy en contra del sexo en la literatura juvenil. Tienen 18 años, la hormonas revolucionas, es normal, lo entiendo. Pero esto roza el ridículo. Como la escena de su primera noche en el Inframundo. Claro que sí, porque es un lugar taaan romántico para montártelo con tu novio.
También parece compensarlo con referencias a Sobrenatural. Me encanta Sobrenatural, y me encanta que le encante a Armentrout, pero esto es pasarse. No sólo hay referencias a Sobrenatural, Armentrout nos tiene acostumbrados a hacer referencias a la cultura moderna constantemente, pero aquí hay referencias incluso a sus propios libros. Hay un cameo descarado de la Saga Lux.
También parece compensarlo con referencias a Sobrenatural. Me encanta Sobrenatural, y me encanta que le encante a Armentrout, pero esto es pasarse. No sólo hay referencias a Sobrenatural, Armentrout nos tiene acostumbrados a hacer referencias a la cultura moderna constantemente, pero aquí hay referencias incluso a sus propios libros. Hay un cameo descarado de la Saga Lux.
Y he echado terriblemente de menos a Seth. Ya sé que ahora es un psicópata, pero es un psicópata muy divertido.
¿Lo mejor? Deacon, que a cada momento es mejor, las interrupciones constantes de Apolo, Dios lo bendiga, y las escenas de acción, que son muy entretenidas y molan mucho.
Pero lo dicho, Apollyon no es más que una novela de relleno que allana el camino para el último libro, Sentinel, que, eso sí, parece prometedor.